miércoles, 1 de marzo de 2023

Diario 24

Para que la idea religiosa sea eficaz y fructífera, es preciso encarnarla en algún organismo político.
 
He ahí mi deseo, mi opinión, de que la vida debe de ser puesta en torno a la  religiosidad. Sin ésta el ser humano de forma automática colocará en el lugar del Creador a la creación. Creo que la moderna idolatría (que convive en el mundo con la idolatría de siempre) es en corto: el gusto pernicioso de la creación, séase de origen artificial o natural. 
 
La acumulación imprudente de data, de información innecesaria, una aglutinación indecente que por el daemonio meridiano es convencida la mente de que "de algún uso será". Nada más alejado de la Verdad. Sí, el ser humano en su estado natural es creador, así fue hecho, mas la gente vive ahora en constante idolatrificación. Que es: convertir cualquier cosa, de una mundanidad, y elevarla engañosamente a cosa de importancia.  
 
¿Realmente son necesarios los libros cuando ya tenemos EL libro? ¿Para qué crear algo? Al fin y al cabo, crear no nos mueve verticalmente más cerca de la cumbre de nuestra vida, que es Dios, sino que en su mejor forma es un movimiento puramente lateral. No nos quita mérito, pero la chance del tropiezo está igualmente incrementada y no nos da recompensa real por sortearla. Es minoritario el caso donde una creación humana puede llevar a un hombre más cerca de Dios. Es mucho más común que las creaciones en éste mundo pandaemonico nos alejen de Dios.
 
Con esto queda claro entonces, que en bastas ocasiones es imprescindible el abandono de lo que hoy denominan como 'contenido'. ¿De qué servirá para la eternidad con Dios saber trivialidades de cosas mundanas, de cosas que ya no existen y que frente a la visión beatífica son pura mugre inservible?
 
En cuyo caso, ¿para qué estoy escribiendo esto? Ya mi idea de vivir en el siglo una vez volver acá es intrépidamente sonsa. Contradictoria con mi pensamiento, pero si Dios manda que vuelva acá y viva en el siglo, tengo que hacerlo.
 
Lo único que puede ser guardado es aquello indispensable para la vida cotidiana. Aquello que nosotros estamos obligados a hacerle un uso racional del mismo, sino caemos en el uso desordenado que lleva al pecado. Vale la pena en efecto anotar y crear almanaques para los temporales, para las cosechas, el método para vivir cómodos, para vivir sanos.

La nota final es simple: Para que la idea religiosa sea eficaz y fructífera, nil, para el correcto funcionamiento de la sociedad, es necesario algún organismo político que vigorosamente la aplique y la imponga.