jueves, 16 de marzo de 2023

Leyendas.

Hay tradiciones que deberían desaparecer. Como los festivales malignos de la India. Los cuales son todos horribles en concepto y ejecución.

Está esta leyenda en japón llamada el binbougami, que significa el espíritu de la pobreza. Lo que me parece loquísimo es como es descrito como un hombre pobre el cual pide comida, y dice, que mejor sería ignorarlo. Esta leyenda enseña una cosa terrible, esto va contra la hospitalidad de la ley natural incluso. Por suerte el novelista Ihara Saikaku lo cambió para que el que le de comida al binbougami tenga su pobreza convertida en prosperidad.
 
Cuando la gente no cree realmente en sus leyendas, encuentra más fácil crear historias con ellas. Luego la historia creada termina convirtiéndose en la leyenda, ya que no hay autoridad que busque la pureza en la narración y enseñanza transmitida, una versión es tan válida como otra.

Por esto creo, como dije en mi entrada Naciones Gentiles y luego mencioné en la entrada Paladio, podemos convertir las historias de las gentes y conservarlas, siendo obvio aquestas que el adversario no tocó. Si no quieren que se vayan al fuego, es aceptar nuestra versión o nada.

Pensé en hacer la pega de conservar algunas leyendas, quitando los detalles ignominiosos claro está. Podrías hacer esto incluso de un trabajo con autoría. Dios va a conservar la versión más edificante, sea o no la original.
 
Pero luego pienso, que igual y da mucho trabajo intentar tal cosa. Al fin y al cabo la plebe no va a querer usar tú versión por que fueron psycho-adoctrinados en el culto multicultural de la tolerancia, que no respetaría nuestra misión divinamente inspirada de destruir ficciones y preservar lo bueno de ellas, no apreciarían nuestra arca de narrativas porque no quieren que caiga el juicio a todo lo que quede afuera de la misma.

Bueno, queda entonces ésta actividad como mera diversión para uno.