jueves, 2 de marzo de 2023

Una misión secundaria fallida.

 Tal vez, la única forma en que un libro ficticio pueda considerarse como rescatable, es si uno fuese a convertirlo en un comentario a la biblia, sus personajes y situaciones volverlas análogas a las bíblicas para extraer algo de contenido del mismo. Pero claro, solo los clásicos podrían sobrevivir tal profunda examinación.
 
Aunque sea ínfimo, ahora tiene valor, por consiguiente veo de utilidad listar algunos libros. Partiré con los que Italo Calvino intento hacer apología de forma inexitosa.

-Odisea de Homero.
-Anabásis de Jenofonte.
-Ovidio.
...
 
El resto no me suenan quiénes son. Realmente creo que será una masacre poner a estos libros bajo la lupa bíblica, serán sus estúpidas páginas quemadas. Divertido eso sí, aunque igual y muy pronto deje de ser gracioso y pase a ser patético.

Ahora bien, haré mi trabajo e intentaré comentificar éstas tres obras. No las he leído y estoy fuera de conocimiento alguno sobre ellas, empero, creo que al no ser importantes como la biblia uno puede perfectamente tirarse a estos libros y no hay peligro de dañar el entendimiento con erróneas acepciones de los mismos.

ACTUALIZO:
Lo intenté, de verdad, pero no pude pasar apenas del resumen del capítulo. Es que es todo un BODRIO.  Quiero genuinamente quemar estos libros cada copia en existencia, no me importa lo que los mundanos digan, "nooo es una obra histórica" HISTÓRICA ES LA BIBLIA NADA MÁS, y aún la biblia no perdurará en el siglo venidero ridículos. MENOS estos libros.

Es que es imposible tratar de usarlos para algo, son mierda. Si algún Padre de la Iglesia dijo que servían para algo, estaban puro chamuyando para no herir la sensibilidad de la sociedad antigua que tenía todavía en alta memoria estos libros. Pero si decimos vivir en una sociedad cristiana estos libros y TODAS las ficciones TIENEN que irse, no tienen valor real, por amor a Dios bendito y crucificado, porqué no aceptarán esto? Obvio, quieren más al mundo que a Dios, a la ficción les pueden dar cualquier hora del día, pero no le dan 20 minutos a un Rosario para salvar sus almas. 

Es así la cosa, ya me harte, si uno quiere enseñar un camino, tiene que ser el primero en cruzarlo. Les mostraré cómo se hace. A quién le muestro? No sé.