domingo, 19 de marzo de 2023

Amigos.

Hoy encontré un interesante blog, recién después de escribirle me doy cuenta que era muy inactivo. Pero ojalá y el tipo intente volver. Me gustó su contenido, pero más que eso, veo que tiene habilidad para escribir, y pensé, alguien así podría ser mi amigo más fácilmente que alguien popular. 
 
Alguien así podría hacerse popular. ¿Que tal si se hace popular y ya no puedo hacerme amigo de él? Una realidad donde tengo un amigo ya me parece imposible, pero una donde él es popular, me parece más que fantasía. 
 
Y si tan solo le hubiese hablado antes, hubiéramos sido panas, para ahora sólo se va a relacionar con gente igual de popular. Es como estar en el fondo de un barranco, desde el cual hay veces donde la gente es subida hasta la superficie, volviéndose inalcanzables. Fuera de nuestra vista no podremos serles tan importantes como podríamos haberlo sido antes. Yo no quiero que me pase eso.

El hombre que no se contenta con poco nunca será feliz, dice santo Tomás. Yo estoy contento con no tener amigos. Con esto en mente, les diré, yo no tengo deseo de entablar amistades con gentes no cristianas, y entre ellos no llegaré a querer como mejores amigos a los que no saben acerca de la postura sede vacante. ¿Qué ser humano va a querer aceptar una postura tan buena y lógica? Ninguno, obvio.

Sólo conozco un humano el cual es el más importante e inalcanzable de todos, pero al mismo tiempo puedes hablarle en cualquier momento y siempre te escucha, mi mejor amigo, mi único amigo, mi hermano. ¿Quién como Él? ¡Nadie como Él! Odio la soledad, me ha causado todos mis problemas. Mas desde hace un año entiendo, después de bastante dolor, que nunca estás sólo cuando estás con Jesucristo.

Pero incluso Jesús tenía amigos como cualquier otra persona normal, no sé qué pensar al respecto.
 

Los santos, amigos de Cristo, ellos son mis únicas compañías. Los ángeles del cielo, mis buenos ayudadores. Por eso, aunque sea un mendigo, visiblemente sólo, sé que no es así. Si la gente pudiera ver el mundo preternatural verían a los nueve coros de ángeles, obligados a servir a un hijo de Dios.

Así que, ¿por qué debería importarme si el tipo que contacté se le ocurre ser mi amigo? Como decía santa Teresita cada noche antes de dormir:
 
La cama donde yo me acuesto mi sepultura será
y la sabana con que me tapo la tierra que me han de echar.

Todos se han de ir solo me han de dejar, 
 solo tu divina Señora me ha de acompañar.