martes, 14 de marzo de 2023

Diario 33

No he escrito muchas entradas, ya que, bueno me quedé viendo un drama coreano. Me pareció que tenía una gimmick interesante. Iba a verla unos capítulos y pensé que la historia iría en una dirección. Pero nadie me dijo que iba a ser CINE! 

La historia real trata de un rey que quiere recuperar su país de unos corruptos usurpadores. Es una gran premisa. Hay días donde yo también quiero recuperar éste país. Pensando que Dios debería de ayudar a su gente. Empero, éstos no son su gente, todos son desertores. No hay razón por la que debería de rescatarlos de la mano de la corrupción, de la estupidez gubernamental, del crimen organizado.
 
Todos son pecadores, todos se han hecho merecedores del castigo de la inseguridad a nivel nacional. Qué merecen excepto ser ignorados. Dios no atenderá a sus llantos, porque no le están pidiendo ayuda a Dios. Me pregunto cuánta gente en El Salvador la habrá tenido que pedir a Dios que les mande a alguien como Bukele. Cuánto tuvieron que purgarse esa gente para merecer tal líder.
 
Bueno, en temas mundanos he hecho varios posibles logos para mi padre, Dios quiera su empresa sea buena a los ojos de Dios. Tal vez sería más fácil si hubieran elegido un mejor nombre, pero son solo tres letras. Para elegir un buen nombre para una empresa se necesitan detalles sobre el alcance objetivo de la empresa, su área de operaciones, la declaratoria de misión  etc. Así puedes crear un nombre que refleje intrínsecamente el trabajo que haces y que al verlo la gente sepa más o menos lo que haces.

Bueno, no importa. Algo que sí me importa es que quería pedirle al Obispo un cilicio y un escapulario. Y es que todavía quiero la restauración de la iglesia, pero como sólo Dios sabe si eso sucederá, pues, tengo que asegurarme con algo que pueda llevar conmigo en éste mundo. Y que me lleve a mí a la santidad en ése mundo. 

Ya no debería importarme si habrá paz o no ahí afuera en el mundo, debería de importarme si hay paz aquí adentro.

Dios sabe que quisiera devolver este lugar a como era hace más de 200 años, cuando Dios regía este lugar por medio de su buen rey. Ya pues, no hay esperanza para éste mundo.