sábado, 4 de marzo de 2023

Naipes.

  Siguiendo con el tema anterior 
Otros nombres para el personaje típico del pícaro que discutimos es el de "comodín", que viene del naipe que se acomoda como carta en blanco a las reglas de un juego, es un elemento caótico que añade variedad a los juegos. En este sentido se le puede comparar a la carta del loco. Que por cierto, les diré, que la cartomancia está prohibida por el Buen Libro, y encuentro raro entonces que los cartones que se usan para adivinación vengan de algo originalmente cristiano, pero así funciona la cosa. Vimos como de un elemento pagano pudimos suscitar un arcano cristiano, no es ilógico que de un contexto cristiano venga algo no-cristiano (como el carnaval).
 
Aunque el origen de esas cartas tiene unos aspectos cristianos, creo que estaban destinadas a ser parte de rituales supersticiosos. En su origen los naipes eran un conjunto del modelo humanístico del cosmos renacentista. Todo lo malo del mundo moderno tuvo que venir del periodo renacentista, realmente es la época más sobrevalorada, inflada y vende-humo que hay. 
 
En su contexto original tienen varios "sets". Partiendo por el set de la jerarquía humana; de lo cual no tenemos nada malo que decir, citando a Plineando:
 
Los hombres deben ser desiguales porque es así como reflejan mejor a Dios...Santo Tomás de Aquino enseña exactamente eso. Dice que Dios no podía haber creado todas las criaturas iguales, porque ninguna tiene la posibilidad de reflejar adecuadamente la perfección de Dios, ya que la criatura es limitada y Dios es infinito. Y para dar una idea de la belleza de Dios era necesario que hubiera criaturas desiguales, cada una reflejando un aspecto de Dios. Pero siendo desiguales, para reflejarlo tenían que formar una jerarquía, porque toda diferencia da en desigualdad. De ahí que el pulchrum de la jerarquía consiste en la desigualdad armónica, sin saltos, sin desproporciones, sino una desigualdad proporcionada, y por esa desigualdad armónica se manifiesta la belleza de Dios en la Tierra. 

El estrato social durante el periodo de la cristiandad en Europa iba dividido desde mendigo, pasando por siervo, artesano, comerciante, gentilhombre, caballero, llegando hasta los cortesanos, duque, luego rey, luego emperador, luego Papa. Vemos entonces que el llamado "loco" vino de la carta del mendigo, y del mendicato cito al escritor portugués Antero de Figueiredo, quien describía así al mendigo español de antaño: 
 
A la puerta de una tienda, recogiendo los últimos rayos del sol que se pone, y sentado en el suelo, un mendigo de los caminos come en un tarro su caldo mendigado. Es la figura de un hambriento, rostro descarnado, desencajado, melena densa de cabello hirsuto. Los tendones de su cuello son de hierro negro, como lo son los huesos de las clavículas escuálidas. Lo cubren paños cosidos. En las piernas, una especie de polainas, atadas con cordeles, por los agujeros de las alpargatas salen los dedos de los flacos pies. En las manos, piel y hueso, que sostienen la escudilla y la cuchara de estaño, se diseñan las falanges y los nudos de los dedos. 
 
¡Ah, los mendigos españoles! El lápiz trágico de Gustavo Doré, en su viaje a España, dibujó algunos de estos hombres, envueltos en capas raídas, manteniendo, sin embargo, a través de la miseria, un tal aplomo que se diría que son Grandes de España o Señores de Bazán a quienes las tempestades de la vida, arrastrándolos a la miseria, obligándolos a extender la mano a la limosna, no consiguen quitar la verticalidad de su espina dorsal orgullosa. Y como el arte es un sol que todo dora, esos trapos, en las manos del diseñador de las visiones, de la negrura y de la luz, tomaban aspectos de grandeza. ¡Los pobres españoles son trágicos! Su miseria grita, su aspecto sobrecoge. Pero un halo de belleza cerca la cabeza de este desventurado, la humildad, la resignación de toda su figura. Trapo humano, pobrecillo de Cristo, ciertamente, ¡Jesús te sonríe!

A lo anterior, vuelvo a citar a Plineando, quien comentó el relato tal que así:

...un trazo que el gran Antero supo dejar bien claro, pero que no incluyó en su párrafo final. Es la riqueza de personalidad, la fuerza de alma, la elevación de vistas, en síntesis, la verdadera hidalguía de estilo, que existe a la par de la humildad y de la resignación de corazón, en este gigantesco “pobrecillo de Cristo” que tan bien supo observar y describir.

Heroicamente de pie en el centro de su propio infortunio, verdadero “caballero” de la mejor cepa española y cristiana, este hombre resplandece de noble originalidad. Sin duda, también de augusta respetabilidad. Mendigo de cuerpo, él es un millonario de alma.


¿Que puedo añadir a esto? Nada. Pero saqué a colación el dato del comodín con un propósito, y es hablarles un poco más de los naipes, pues creo que son un perfecto microcosmos para explicar un par de cosas. 
 
Ya después de listar la jerarquía humana que empieza con el mendigo y termina con el Papa, los naipes incluían las nueve musas de los griegos junto a apolo, ¿por qué? Porque los naipes son de la época renacentista, y el antropocentrismo estaba en boga. Me tira una onda muy "humanista", que dice "el hombre es como este apolo, que es señor de todas las musas". Es en cosas pequeñas y aparentemente insignificantes como estas donde vemos el trasfondo de una sociedad. Vemos el ideal renacentista, el regreso al antropocentrismo de la antigüedad clásica, como el inicio de lo que vemos hoy en día con el agnostismo de estado, y que veremos en el futuro con la bestia que vuelve del abismo.

En el mazo entero vemos que hay un patrón que busca redondear a diez cada "set" dentro de este mazo. Lo que creo fue un susurro de viento fatuo para empezar la separación de éste inocente mazo de cartas hasta convertirlo en algo más maligno. Porque por ahí siempre empieza, el adversario busca tomar cualquier cosa neutra, y engañar a la gente para que sean permisivos con ella, y luego como un troyano pasar las defensas y soltar en la noche su carga oculta. Luego el mazo añadía el Trivium Quadrivium, pero las artes liberales pueden ser ignoradas siguiendo el ejemplo del altomedievo, donde lo más importante a ser enseñado era la gramática y la teología (para entender la biblia). Después listaba las esferas del cosmos, pero su inclusión de los planetas hacía uso de una representación antropomórfica, aparte que los planetas clásicos son caldo de cultivo para pura superstición, junto con las estrellas fijas, que son un concepto anticuado del cosmos.
 
Vemos entonces que lo frívolo incluye errores dentro de si por observancia de antiguas supersticiones y ridículas creencias. Pero curioso, que también el mazo incluía las siete virtudes cristianas, y el Primo Móvil, y la Prima Causa, que son conceptos cristianos.  Claro, es para dar la fachada de que pertenecen a una sociedad cristiana. Así funciona la malignidad, debe incluir algo de miel al rededor del vaso para que la víctima se trague la ponzoña.
 
Ya hoy en día, en su forma actual estos juegos de cartas son realmente anti-cristianos, la carta del "hombre ahorcado" como a veces se le llama es una burla a Cristo muy clara. Nunca dejaron los juegos de cartas de tener un subtexto tan anti-cristiano. No es inusual que un fanático de los juegos de cartas también sea un anti-cristiano oculto. Por esto, cuidemosnos de los cartones. Porque ya vimos como a las cosas aparentemente inofensivas el adversario invierte el aire mundano, que lentamente intoxica su contenido hasta que se hace enteramente antagónico a la sana doctrina.

Así pasa con todo a lo que no se le invierte una sacralización, cito las palabras del Papa Pío XII:
 
Las relaciones entre la Iglesia y el mundo exigen la intervención de los apóstoles legos. La consecratio mundi, sacralización del mundo, esencialmente es obra de los legos, de hombres que están íntimamente vinculados a la vida económica y social, que participan del gobierno y de las asambleas legislativas

Lo que no es convertir las naciones y el mundo en una orden religiosa, como quizá algún jesuita habrá soñado, sino que es "mejorar e incluso espiritualizar sus aspectos culturales, sin que estos dejen de ser temporales o terrenos". Como vimos, lo opuesto es más común, es más común que la desecratio, la profanación tome lugar y quite del mundo aquello que es santo.

Por eso he escrito esto, para que Dios quiera suspirar su aire sacro sobre el arquetipo que analizado, y con permiso de la Providencia, pueda yo ofrecer mis entradas con humildad.