sábado, 4 de febrero de 2023

Diario 8

 Día tercero, madrugada.

Hoy, cuatro de febrero, Sábado, iré con mi familia a un pequeño viaje por el día hacia un río. No es realmente algo que pensaba hacer. En momentos de duda siempre lanzo una moneda, y pido que Dios, en su voluntad decida por mi dándome cara o sello. Pues todo lo puede, y no es pecado pedir un signo. Salió cara, y pues tocó ir.

Más el problema es que el viaje es por la "iglesia" conciliar, e irán también miembros de la secta deuterovaticana. Voy a ser arisco y bravo con ellos para que me dejen en paz.

Y es que pensé, que aunque los intente exhortar a la Verdad, pues no van a querer escucharme, podría partir el río en dos y aún así no me escucharían, pero luego, si pasará tal que así luego qué. Esa gente estará perdida y desorientada, ¿quién va guiarles por la fe ahora que están fuera del corral del novus ordo? Ciertamente no quiero ser yo el responsable, por sacarlos de ahí ahora me tocaría hacerme cargo de ellos, pero Dios sabe que no estoy hecho para eso, por eso no creo que se merezcan la verdad. Y no me creo listo para eso. Será lo que Dios dice, así que mi opinión no importa.

Pero bueno, puede Dios darles la señal de Eliseo, o la señal de Jonás, será lo que Dios decida.

Realmente mejor es que use el viaje para alejarme un poco de la urbe y pueda ir viendo cómo será la contemplación que tendré ya en el monasterio. Rezaré lo del día de camino y una vez ya en el sitio.

Será interesante ciertamente el viaje. Partiremos como a las siete de la mañana, y son las cinco ahora al escribir ésto. Pues bueno, no tengo yo nada mejor que hacer.

Les aviso, he mandado correos misceláneos, pensando que tal vez pueda recibir algo en mi bandeja de entrada que muy pocas veces tengo yo correspondencia.

Espero paciente el día en que pueda estar sólo rodeado de las cosas de Dios, y ya no tenga que preocuparme de lo mundano, sólo de la manutención corporal. Realmente el mundo me es cada día más insoportable, pero Dios da también cada día más paciencia. No hay cosa buena que Dios no quiera darnos, si va de acuerdo a su voluntad, y qué más de acuerdo a la voluntad de Dios que querer tener paciencia y mansedumbre en la tierra!

Como fuese, el día y la noche de ayer no fue mucho en términos de cosas que ocurrieron. No hablo de las cosas de la vida diaria por eso, y además para evitar el dox. 

Espero uno de éstos días que una sola de las cosas escritas acá puedan servirle a alguien en algún lado, lo dudo pero la esperanza en que la ayuda necesaria llegue a donde tiene que llegar, es algo que no debería perderse.