Para qué crear me pregunto. Para qué hacer algo creativo cuando todo lo humano es mundano.
Sólo quisiera poder vivir austeramente, lejos de las distracciones y de la ociosidad. También quiero irme ya lejos de los herejes. Por qué tengo que seguir acá?
Si sucede que tengo que volver a Santiago, no no no no no no. NO.
No voy a volver a la urbe, me rehúso con todas mis entrañas a la urbe, la odio la ciudad, sólo quiero el campo, nada más que el campo.
Paz y tranquilidad es mi único deseo. Descanso de la urbe es lo que más ansío. Ya sólo quiero que el DÍA que es de la IRA venga ya porque estoy más que enojado con todo en este mundo y su asquerosidades y abominaciones desoladoras. No tengo más que odio a todo, mis días los paso con sufrimiento y dolor, mi vida es pura fatiga cuando pienso en la situación actual. Cuando veo lo que está presente en nuestros hogares, en nuestro día a día, no entiendo cómo es que están tan calmados, cómo es que pueden vivir.
¿Cómo no horrorizarse ante el pensamiento de que mediante la televisión pueda introducirse dentro de las mismas paredes de casa aquella atmósfera, envenenada de materialismo, de novedad y de hedonismo, que con demasiada frecuencia se respira en tantas salas cinematográficas?
Dame Dios la calma, dame Dios la paz, ya no puedo vivir. Ya no quiero vivir.
Ya no tengo calma, ya no tengo paz, ya sólo Dios puede sacarme de ésta mundanidad. Cuando vaya hasta el obispo no quiero yo volver, no quiero yo volver al pueblo que me vio nacer, no quiero estar contado entre la gente del siglo ya, quiero ser libre de preocupación y ansía por las cosas efímeras que no nos sirven para nada.
Cuándo va a ser la fecha donde la copa de la oscuridad sea derramada? Sólo espero irme pronto, antes de que caiga el juicio de ser posible..
Dios llevame lejos de este lugar, llevame a la patria vieja, al jardín que plantaste para nuestros ancestros. Qué tengo que hacer para que me des tu paz sino pedírtela con un corazón contrito y un deseo de amor genuino? Pulcro y prístino amor que me diste oh Cristo bendito.
No quiero nada de esta tierra, pues no me interesa nada que no se ajuste ya a mi santidad que estoy tan ofuscado en conseguir. Qué puedo hacer no lo sé. Cómo les digo a éstas gentes de la verdad!!!
No creo que pueda yo hacer nada, no creo que pueda esparcir la fe, no, ya no, estamos perdidos, ahora los pecados controlan al mundo entero, este mundo pandemonico debe ser destruido.
