miércoles, 22 de febrero de 2023

Diario 21

Para ser honesto, encuentro chistoso que éste diario no lo escribo a diario.

Como sea, pienso que es imposible que el Monseñor Espina decida hacerme caso. Por mucho amor a la verdad que tenga sigue siendo un hombre de protocolo, implausible que decida aceptar mi deseo de armar una orden, o mejor dicho, una confraternidad (cofradía) para los jóvenes. 
 
De igual manera no debo pensar que está totalmente perdida la chance. Mientras leía el código canónico que tienen escaneado desde el blog del Mons. Espina (blog El Retiro) noté que la sección acerca de cómo se permite armar una orden estaba marcada con una X. Curioso, pero también igual y solo es mi mente intentando dar conexiones donde no hay ninguna.

A continuación, como he dicho he pensado en que una vez de regreso en Santiago con los sacramentos y un sacramental, iré a estudiar música, para poder llegar al Cielo laudando unas buenas rolas.

Pero también, pensé en retomar algunas ideas creativas, mientras tenga a Dios conmigo, creo que estoy en seguridad para crear de forma correcta, sin miedo a equivocarme. Leí en el blog de Periscopio que para partir uno debería tomarse siempre en serio, cito:

"Quien que no se toma en serio a sí mismo, no es nada, no vale nada. Lo normal es tomarse en serio a sí mismo, es el primer paso para ser algo. Sería un despropósito o una blasfemia preguntar si Dios se toma en serio a Sí mismo. Como Él se ama infinitamente a Sí mismo, también se toma infinitamente en serio."

Así que queda claro, éste es un excelente consejo. Por lo tanto, tomaré en serio mis intentos creativos, sino nunca podré producir algo que Dios encuentre satisfactorio, y como dije en otra entrada citando al Papa Pío XII, todo producto humano debe llevar a Dios, que es el propósito final del hombre, y si no lo hace (o incluso peor, si lo aleja a uno de la sana doctrina), entonces no tiene valor alguno y debe ser destruido.