martes, 7 de febrero de 2023

Diario 11

07-02-2023/Madrugada

Hoy me quemé el dedo. Ay Cristo, eres el único que no se reiría en mi cara por haber tocado un incienso con el dedo ó~ò, es que yo pensaba que no estaba tan caliente.

Ahora mismo son pasadas la medianoche, y voy a hacer algo de comer, pues si fuera por mi no quisiera comer nada, pero Dios mandó que uno diera la manutención necesaria al cuerpo. Y ya quedan sólo como dos semanas más para terminar con la abstinencia a imitación del profeta Daniel. No siento que uno este perdiéndose de mucho por no comer carne, todavía no me ha dolido la cabeza, osea que todavía puedo andar un  rato más sin carne.

Lo que sigue no sé yo. Tengo mucho tiempo que podría usar en algo productivo, pero no se me ocurre nada. Pensé quizá en mejorar la regla que escribí el otro día, pero eso no me parece justo. Si fuese a retocarla lo haría con apoyo de alguien más sabio que uno.

Los días pasan sin nada de interés que acontezca. Hoy hubo mucho humo en el aire, pero no le dí importancia. Me gustaría tener gente con la que conversar de éstos temas teológicos. En verdad espero que no sea yo la única persona en asistir allá al seminario. Algo así es improbable, pero no lo sé, sólo quiero expandir la verdad.

Por amor a la Verdad, ¡que la gente despierte! Es el FIN del MUNDO, y nada, la gente como si fuera cualquier otro día. Sé que así es cómo tiene que ocurrir, pero es desconcertante y muy molesto lo tan metido que anda la gente en cosas insípidas y frívolas que en nada les sirven. Puedo entender que en esta sociedad moderna tengamos mucho más tiempo para más cosas. Pero uno debería de darle prioridad a cosas espirituales en el tiempo, luego pone uno las cosas fisiológicas necesarias para la vida, y después algún trabajo físico edificante. Entretenerse con trabajos de ficción no te aprovecha en nada, te condena realmente, es malísimo el mundo ficticio que la gente prefiere tanto al mundo de verdad.

Es realmente patético cómo la gente insípida no tiene otro tema de conversación que no sea de las ficciones que consumen. Ya, el mundo tal cual lo conocen será destruido, y eso está bien, Dios se encargará de que aprendan esa lección y no la olviden por el resto de sus vidas. Para todos los insípidos, hay que gritar: ¡Ave Cristo y Ave María!

Post scriptum:
Ahora mismo acabo de comer pues la comida, fueron unos fideos con huevo, unos fiwebos, como me gusta llamarlos. Realmente no sé cocinar muy bien, ojalá no me hagan cocinar.

07-02-2023/ Mañana

Tuve un pequeño percance que  me hizo levantarme temprano, a las 10. Yo le había pedido a Dios que por favor me levantase de la cama a la hora propicia y pues, se cumplió.

Hay un olor a tostada quemada, pero no tengo ganas de comer nada, no realmente. No sé qué hacer en la mañana.

Vi recién la clásica nota verde de Juan Carlos Bodoque, y después me acordé de la rutina de Murdock en Reyes del Show. Lo cual fue hace 10 años. En el 2013. No me había puesto a pensar que habían pasado 10 años desde el 2013. Si pudiera ir atrás en el tiempo y tratar de hacer algo...No, no se puede hacer nada. Mejor, preferiría ir al futuro, sé que no va a existir el mundo por otros 10 años, no puede, me niego a creer que puede. Pero ir al final de los días para ya que termine todo esto.

Y yo en la anterior parte de ésta misma entrada quejándome de los que consumen ficción, y al despertar lo mismo hago. Que patético realmente.

Ya estaré lejos de toda distracción, lejos de todo aquello, concentrado en obtener santidad antes que nada. Olvidado de todo cuanto fue antes de haber entrado en el cloistral.

Y es que los días pasan sin pena ni gloria, no hay nada que valga la pena hacer éstos días, sólo me quedan 2 semanas para el fin de mi voto, y 3 semanas para el fin de Febrero, y 5 para partir a la Argentina.

07-02-2023/ Mediodía

Les digo, que vi una noche a un chico botando la pelota, y me acordé de mi primo Julián, que juega al baloncesto. El chico estaba más perdido en esa familia, realmente me gustaría ayudar a los chicos como él. El pobre no tiene papá, prefiere estar en la cancha que en la casa, no me parece del todo correcto.

Iría yo a las escuelas para decirles que en el tribunal del Dios único, no nos van a preguntar qué tanto leímos, o qué tanto sabíamos. Sino qué hicimos y con qué intención.