domingo, 29 de enero de 2023

La profecía más rebuscada de toda la biblia, las 70 semanas de Daniel.

La profecías de Daniel son las menos obvias y al mismo tiempo las más obvias.

Y saben, creo que la gente no comprende que Dios, por estar afuera del espacio y del tiempo, cuando habla a sus profetas, a veces dice cosas que pasan en el pasado, otras en el presente y aun otras en el futuro, y a veces las mezcla, ¿porqué? Para demostrar que Él es Dios, nadie podría decir profecías tal que así.

Ahora, pues, creo que es la opinión de la iglesia que cuando los profetas hablan de la  destrucción de Judá y de Samaria es histórico, pero cuando hablan del ungido es al mismo tiempo de la primera y segunda venida. Pues muy bien, les diré que cuando hablan de la destrucción de Israel, les pido que por Judá entiendan la iglesia católica, y por Samaria a los herejes y apóstatas. Verán que se siente como si estuvieran hablando de cosas actuales.

Las profecías de Daniel que parecen hablar de las conquistas de Alejandro Magno, también pueden hablar del gran cisma de occidente y luego de la gran apostasía.

Mi solución, entonces, para la profecía de las 70 semanas, que entiendo yo nos está diciendo la fecha y la hora de la destrucción del templo de Dios, es que: Ocurrirá cuando el sacrificio perpetuo sea quitado totalmente, lo cual ocurrirá cuando la FSSPX se le prohíba en definitiva celebrar el rito romano, lo que mi fuente de noticias confiable, Miles Christi, sospecha ocurrirá en una de las próximas fechas:

-2 de Abril (Domingo de Ramos; aniversario de la muerte –réctius, del anuncio de la muerte el día anterior– de Juan Pablo II Wojtyła).
-3 de Abril (Lunes Santo; aniversario de la promulgación de la Constitución “Missále Románum”).
-5 de Abril (Jueves Santo).
-9 de Abril (Domingo de Pascua).
-18 de Mayo (Ascensión del Señor).
-28 de Mayo (Pentecostés).
-29 de Mayo (Fiesta novusordiana de Pablo VI Montini).

El hecho de que todavía no se hubiere destruido el templo de Dios demuestra que, aunque no les guste a algunos, tienen todavía la Fraternidad un sacerdocio válido, y sólo cuando se empuje totalmente afuera el sacrificio real de la iglesia conciliar, es desde entonces que hay que contar las 70 semanas. Las 69 primeras semanas son dadas como plazo para que se arrepientan, y en la septuagésima semana la destrucción del Templo (muy probable el de San Pedro) sería a mitad de semana, o sea tres día y medio después del comienzo de la semana, al mediodía. 

Después de eso se cumplirá lo que se dice de la destrucción de babilonia en Apocalipsis, lo que significa que Dios va a mandar tres ángeles, que yo digo le dirán al mundo que la babilonia se hizo la prisión de todo lo inmundo, osea que explicarán que el vaticano ya no es la iglesia católica.

Luego como dice apocalipsis 11:2, la ciudad la santa hollarán [las gentes] meses cuarenta y dos (tres años y medio). Lo cual es exactamente lo que dura la predicación de los dos testigos, por lo que sabremos que después de las 70 semanas vendrán, y la gente no va a querer creer en lo que ellos dicen, ya que el profeta (que se dice es Enoc) y Elías van a decir la verdad de que la iglesia católica apostólica romana es la única verdadera y todo lo demás es falso. Un mensaje así en este mundo globalizado y "tolerante" sería visto como la cosa más horrenda, y el hecho es que ellos harán milagros y prodigios, tantos que mandaran un ejército contra ellos la bestia (¿Europa o EE.UU? Hagan sus apuestas) sólo los desesperará todavía más, dirán que están endemoniados o que son aliens de seguro, y cuando los maten van a exhibir sus cadáveres a todas las naciones del mundo, sólo posible en éste mundo globalizado.

Sabemos que Dios permite que mueran para revivirlos tres días y medio después, y ahí es cuando muchos se convertirán, pero de las naciones gentiles paganas, para que se cumpla la profecía que les mencioné en la primera entrada. Habrá aún gente que no querrá admitir que tenemos la razón, y ahí vendrán los 7 sellos, las trompetas, y las copas de ira, y todavía va a haber gente que no quiere admitir que tenemos la razón, y terminará todo ésto con la Parusía.